Me gustaría contribuir en algo a sistematizar este concepto.
A priori, tal vez cuando escuchamos la palabra protección pensamos en Walnut como flor más global y amplia en este terreno. Efectivamente, WALNUT es una flor de amplio espectro en lo que al tema se refiere. Ahora bien, no hay que magnificar las competencias de esta esencia, precisamente debido a su amplio espectro de actuación. Quizá sea bueno aquí aplicar el dicho de "quien mucho abarca poco aprieta".
Esto no quiere decir que no sea una flor magnífica con innumerables aplicaciones. En el ámbito de lo mental, funciona para protegernos de los criterios externos: sobre todo en lo referente a opiniones, convenciones sociales, mandatos paternos, modas, etc. Sobre todo "lo que los demás esperan de nosotros", "lo correcto", "lo que se debe hacer en estos casos", etc. De ahí que WAL sea una flor de pioneros, al ayudarnos a cortar con todas estas influencias que nos pueden desviar de nuestro camino en la vida, alejándonos de la guía del alma.
También nos protege de los cambios, no sólo los generados por nuestras ideas o proyectos, sino los que dependen del clima o de particulares situaciones: nacimiento, embarazo, pubertad, menopausia, muerte, etc. En estos casos ayuda facilitando la adaptación al proceso.
Tiene WAL una función muy sutil, denominada por Bach como "rompe hechizos", pienso que en el sentido de sentirse atrapado por algo "irremediable, inexorable". Aquí sería aplicable en concepto de lo kármico, lo hereditario, etc.
En este sentido, bien puede considerarse a WAL como un cortador de cadenas.
Otra flor clásica en lo que a protección se refiere es ASPEN. La protección que ofrece guarda relación con el astral, es decir con las "filtraciones" que del mismo llegan al mental y al físico, produciéndonos ansiedad, angustia, miedo, aprensión, u otras manifestaciones generalmente inespecíficas. ASP filtra, dejando pasar sólo no necesario para nuestra evolución. Es pues una especie de ecualizador inteligente.
Existen dos flores comúnmente no consideradas como de protección. Sin embargo son muy específicas en este sentido y no menos importantes que las anteriores. Se trata de Red Chestnut y Centaury.
RED CHESTNUT nos protege en los casos en que sentimos lo que le pasa al otro como si nos pasase a nosotros. Esto puede ser al percibirlo de la misma forma: por ejemplo el otro está triste y nosotros nos sentimos tristes, o mediante un sentimiento distorsionado: como un dolor, cansancio, opresión, etc.
Red Chestnut es una flor que trabaja la individuación, y por tanto el desapego. En los supuestos anteriores, podemos pues considerar que nos protege. Parece pues recomendable para terapeutas excesivamente implicados en su relación con el cliente, gente que trabaja en lugares de mucho sufrimiento: hospitales, prisiones, funerarias y cementerios, etc.
Por último, hay que reivindicar a CENTAURY, por lo que cito textualmente a Krämer:
"Fundamentalmente, Centaury tiene que ver con la demarcación de límites, tanto en el plano personal como energético (...) En el campo energético se trata de demarcar el campo de energía propio respecto al del entorno. Si no lo logra, el individuo sufrirá fatigas aparentemente inexplicables. Por ejemplo, la persona declarará sentirse cansada y débil delante de otras personas. A veces expresa el miedo a que otras personas puedan agotar su energía. Centaury puede ser de gran ayuda en estos casos, al cerrar el aura y proteger el cuerpo energético y la personalidad de las influencias del entorno inmediato. A cualquiera que se sienta cansado y agotado en presencia de otros, se le aconseja depositar una gota de Centaury pura directamente en la lengua. El individuo se sentirá inmediatamente despierto y recargado energéticamente.
Esta esencia combinada con el Walnut, ha demostrado ser también un remedio eficaz para proteger de las influencias de la llamada esfera astral (...) Los pacientes que están muy enfermos chupan automáticamente energía del entorno, ya que su debilidad extrema crea un desequilibrio energético. (...) En el estado Centaury, los pacientes muestran poca resistencia tanto al ambiente material como al etéreo. Centaury cierra y ancla el aura en el nivel sutil. (...) Por consiguiente, es una de las flores de Bach más importantes."
Por Ricardo Orozco